Dios ha sido bueno con nosotros y se ha revelado a toda la humanidad por medio de la creación, haciendo “claramente visibles” (Ro. 1:20) sus atributos divinos y haciéndose “conocido” (Ro. 1:21) a todos los hombres como un Dios que nos ama y provee de todo lo que tenemos (Hechos 14:16-17). Cómo respondemos a esa revelación nos abre las puertas del cielo o nos lleva a una espiral descendente que termina en la ruina total.
PRIMER PASO: DETENER LA VERDAD (ROMANOS 1:18)
Romanos 1:18 aclara que la injusticia y la impiedad se definen por resistir, suprimir o detener esa verdad de nuestra mente y corazón. Cada vez que respondemos resistiendo algo que Dios nos revela de sí mismo (no solo a través de la creación sino también de la revelación escrita), el efecto es paulatino pero devastador: nuestros razonamientos se envanecen y como resultado nuestro corazón se sumerge en tinieblas. Nos volvemos necios y esto nos lleva al segundo rasgo de alguien que va camino a la ruina.
SEGUNDO PASO: UN CORAZÓN SIN HONRA NI GRATITUD PARA DIOS (ROMANOS 1:23)
¿Qué tan agradecido estás con Dios? ¿Qué tan claro es el deseo que tienes por que Dios reciba gloria? No glorificarle a Él por quién es, no estar naturalmente agradecidos con Él por habernos creado, habernos dado familia, vida y aliento, indica que nos encontramos en el segundo escalón hacia un punto sin retorno, en el que nuestro corazón estará endurecido sin remedio. ¿Te quejas la mayor parte del día? Cuidado.
TERCER PASO: CAMBIAR LA GLORIA DE DIOS (ROMANOS 1:23)
El hombre no puede vivir sin darle gloria a algo o a alguien. Fuimos diseñados adoradores, porque fuimos creados con el propósito de glorificar a nuestro Creador. Si no le estás dando la gloria a Dios se la darás a cualquier otra cosa. A menudo terminamos buscando nuestra propia gloria, alabándonos por nuestros triunfos o considerándonos dignos de admiración por haber sufrido en el pasado. Terminaremos haciendo de nosotros el centro de nuestras conversaciones, planes y pensamientos, totalmente ególatras y narcisistas. La Biblia dice que Dios da gracia a los humildes, pero resiste a los soberbios. Esta fase es terminal.
CUARTO PASO: CAMBIAR LA VERDAD POR LA MENTIRA (ROMANOS 1:25)
Nadie cambia la verdad por la mentira sin ser necio. Leí hace poco sobre un biólogo ganador del premio Nobel, que tras años de investigación comprendió que la conclusión más lógica sobre el origen de la vida, es que fuimos creados por un ser infinitamente poderoso e inteligente. Un ser con tal poder, por supuesto no puede ser sino el objeto de nuestra adoración y por tanto, de nuestra vida. Este hombre afirmó públicamente que aunque intelectualmente lo más sensato era abrazar la fe en un Dios creador, lo rechazaba voluntariamente porque moralmente no le convenía. Este es el punto del no retorno: cuando no hace falta evidencia, argumentos o lógica, pero hemos escogido a pesar de todo ello vivir en la mentira.
¿Recuerdas cómo comenzó el declive? No resistas lo que Dios te dice cada día, no des ese primer paso.
Lenin Gutiérrez @lenux_reloadad